Este sitio fue ocupado desde época ibérica, posiblemente entre los siglos V y I antes de nuestra era.
Este sitio fue ocupado desde época ibérica, posiblemente entre los siglos V y I antes de nuestra era. El yacimiento ibérico tendría dos zonas importantes de empleo.
La primera corresponde al poblado, sobre la que se alzó con posterioridad la estructura musulmana. De este poblado solamente quedan algunos segmentos de muros conservados con las características propias de este pueblo, piedras de cierta medida trabadas en seco. La razón por la que la estructura del poblado no se encuentra entera es que la construcción musulmana levantada posteriormente desmontaría los muros y aprovecharía los bloques como fundamentos de la nueva construcción.
También se encuentra la necrópolis ibérica los pies del poblado, al este del castillo, hacia la carretera de Pego en Oliva. Los restos encontrados en esta necrópolis son bastante importantes: se han encontrado numerosos materiales cerámicos, entre ellos urnas funerarias decoradas y algunos restos de metales como espadas y diferentes instrumentos.
Una noticia curiosa escrita en 1495, explica cómo unos buscadores de tesoros encontraron aquí una jarra con monedas de oro de época ibérica, seguramente. El castillo musulmán ha sido considerado como un castillo Jaumino (Del rei Jaume I o relacionado) o aún más moderno, ya que la tipología de su construcción lo da a entender. Se conservan aspectos ornamentales en la parte exterior, fuera del castillo, donde se ve una inscripción árabe. En el interior de una de las salas, un grabado sobre cal fresca de los arcos que formaban la puerta de esta dependencia.
La función de este castillo sería únicamente militar. La escasa cerámica musulmana o la inexistencia de cerámica cristiana nos demuestra que este castillo no tuvo mucha relevancia. Históricamente se podría vincular al castillo de Dénia del cual tenía que depender.