La primera ocupación del sitio corresponde a la Edad de Bronce
El castillo se encuentra sobre un risco de la vertiente levantina del macizo de las Tres Cruces, a cuyos pies se encuentra Tavernes. Se ubica aproximadamente a una cota de 250 metros sobre el nivel del mar, con un amplio dominio visual del litoral y del sector este de la Valldigna.
A pesar del error durante muchos años, que consideraban el Castillo d’Alfàndec como si fuera el de Marinyén en Benifairó, la lectura de algunas donaciones recogidas en el libro del Reparto referidas a la Valldigna obligan a situarlo en el otro lado , sobre la actual Tavernes, antigua alquería andalusí llamada Gebalcobra o Algeba.
Este castillo que se corresponde con los restos de “Els Castellets”, a pesar de haber sido utilizado en época cristiana, probablemente hacia finales de los siglos XIV-XV, no tuvo la importancia ni las reformas del castillo de Marinyén.
Probablemente los precedentes medievales de la fortificación d’Alfàndec pertenecen a los siglos X-XI momento al cual pertenecen algunos materiales arqueológicos que se observan en superficie.
Está formado por un recinto alargado con escasas estructuras. Ocupa un espacio de aproximadamente 1500 m². Tiene la entrada en la parte meridional, extremo donde se conservan los basamentos de una serie de muros de mampostería que se disponen paralelamente para dificultar el acceso. Al lado noreste una torre cúbica construida con tapial de mortero de cal de unos 62 cm de ancho defendería este sector del recinto.
Al oeste se encuentran las paredes verticales de la montaña que definen este lado del recinto y servían de defensa natural. Al noroeste hay un aljibe rectangular con capacidad para 17.700 litros, aproximadamente, que ha perdido su cobertura.
Cerca de esta cisterna aparece otra torre de características similares a la primera, pero más pequeña, que cierra por el norte el castillo, hecha con mampostería en la base y tapial en la parte superior. De esta torre nace un muro rectilíneo de unos siete metros de longitud que tendría por función dificultar el acceso de una posible incursión enemiga.
Entre las dos torres se observa todavía el basamento de un muro de mampostería de unos 70 metros que cerraría el recinto por el lado de levante. En el interior se observan algunos basamentos de muros que probablemente correspondían a estructuras de habitación. Se conservan algunos grafitos en árabe realizados sobre la pared exterior de la torre mayor, realizados sobre mortero fresco, también se conservan en el interior de la torre menor.
La primera ocupación del sitio corresponde a la Edad de Bronce, en un momento no determinado que se puede situar hacia mediados del segundo milenio antes de nuestra era. De este asentamiento prehistórico, los únicos restos observados corresponden a unos pocos fragmentos de cerámicas hechas a mano restos de una ocupación poco importante. Posteriormente se ocupó en época ibera, de la que también quedan pocos vestigios. (C.Pérez-Olagüe)