La segunda ciudad por número de habitantes de La Safor conserva uno de los centros históricos más bonitos de la comarca. Por sus calles torcidas y empinadas del arrabal aún podemos sentir el aliento de los moriscos, mientras que en el barrio cristiano encontramos palacios y casas señoriales, con plazas y calles más anchas.
Entre los elementos arquitectónicos más importantes se encuentran la Iglesia de Santa María la Mayor, la de San Roque, la casa Abadía (de estilo mudéjar), el Ingenio (antiguo molino de azúcar), los restos del Castillo de Santa Ana, la Torre de la Muralla, el Torreón del Palacio de los Centelles, el Portal de San Vicente o la Casa de Gregori Mayans.
Pero hablar de Oliva, es hablar de naturaleza, el paraje natural del marjal o la Font Salada son claros ejemplos. De naturaleza también hablamos con sus playas, que han sabido mantener las dunas, con su fauna y flora, con todo tipo de servicios y usos turísticos.
Además, la playa de Oliva es reconocida por la práctica de deportes, teniendo muy cerca campos de golf, campings y toda una serie de experiencias para los turistas. Sin olvidar sus fiestas de Moros y Cristianos, o la Semana Santa y las Fallas, que llenan de atractivos culturales todo el año la ciudad.
Gentilicio: Olivense
Oficina de Turismo – Oliva: Passeig Lluís Vives s/n. [email protected]
Recursos naturales: